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En el río pasan ahogados todos los espejos del pasado

VENGANZA, JUSTICIA... ¿DIFERENCIAS?

VENGANZA, JUSTICIA... ¿DIFERENCIAS?

Es algo curioso analizar en el comportamiento humano algunas cosas.
Ya de antiguo existía un código de honor llamado lex talionis, o ley del talión, que decía aquello de "ojo por ojo, diente por diente".
Cuando en el telediario vemos a gente destrozada porque algún energúmeno mató, o violó. o secuestró, o atropelló borracho, o lo que sea a algún ser querido, a todos (creo) algo nos hierve dentro.
¿Qué es ese algo?
¿Sed de venganza? No, la gente políticamente correcta lo llama justicia.
Pero realmente la justicia no siempre es justa, la legalidad es tan lenta y está tan retrasada con respecto al mundo en que se aplica que finalmente asistimos al abrsurdo de hacerle el boca a boca al cadáver, al sinsentido de intentar reanimar lo que ya es gusanos, a la devolución imposible de una vida que se fue y que tan sólo se puede resarcir con más sangre, más dolor, más familias heridas.
Así se enzarza el sistema judicial en juicios que se prolongan mucho, a veces más de lo que les queda por vivir a los interesados, circunstancia que muchos desalmados aprovechan en su favor.
Pero la justicia que se pide en la calle, en el día a día, pasa también por ese intercambio de dolor, esa búsqueda de sosiego.
Fijémonos en el perfil de muchos profesionales: ¿qué tienen en común muchos profesores? Que de jóvenes eran muy buenos alumnos.
Esto no siempre se cumple, pero os aseguro que hay un porcentaje elevadísimo de casos.
¿Y esto en qué redunda?
En principio en nada, pero si le damos vueltas a la cabeza podemos llegar a varias conclusiones:
a) cuando un profe que fue buen estudiante sufrió burlas en sus tiempos, suele sr especialmente protector con sus actuales alumnos en esa situación;
b) cuando un profe que fue mal alumno pero finalmente se decidió a estudiar suele simpatizar con los alumnos pillos, aquellos que tienen grandes capacidades y pasan de todo y con aquellos que salen del paso sin grandes esfuerzos;
c) cuando un profe fue muy muy estudioso, muy perfeccionista y se lo tuvo que currar especialmente, suele penalizar con dureza las conductas fraudulentas (copiar...), suele exigir mucho para las notas más altas y no se conforma fácilmente.
Hay muchos más casos, pero por ahora con estos me llega para defender mi idea: cada uno tira para la madera que lo forma. El que tiene madera de cerezo empatiza con otros cerezos, y así siguiendo.
Y esto no significa (ni muchísimo menos) que no haya cruces: es decir, que a un profe que fue ´muy estudioso le caigan genial los badanas, y lo contrario.
Pero sí es cierto que cuando un profe les dice a sus alumnos que pongan ellos nota a sus compañeros los resultados suelen ser cutres: os ponéis muchos 5, muchos 6, muchos 4... no os perdonáis lo que a nosotros nos exigís, aunque por otra parte sois adolescentes...
Esa es una noción de la justicia muy curiosa, la verdad, y creo que tiene que ver precisamente con esa idea tan maquiavélica de "si yo fuera el profe me cargaba a este por macarra, le ponía un 7 a aquella por chapona y castigaría en la biblioteca a aquel otro porque me cae fatal".
No es frecuente, pero desde luego existe: hay profes que utilizan su boli rojo para castigar a aquel matón que en el cole le robaba la merienda, para bajar los humos a aquella repipí que nunca le dejaba los apuntes, y que premian a los más desfavorecidos por el mero hecho de recordarles lo que un día fueron...
Desde luego, vi algún que otro caso en estos años, pero son casos absolutamente periféricos, aislados, y todo el mundo lo sabe.
La justicia a veces te obliga a poner un suspenso a un alumno que crees que ha mejorado mucho pero no lo suficiente, o te obliga a poner un 6 a un vago redomado que sabe sacarse las castañas del fuego, pero en los dos casos hay justicia, y lo importante es que esos alumnos lo sepan casi antes que tú
Cuando no sabes de memoria las notas de tus alumnos, cuando te sorprendes a ti mismo calculando medias y viendo qué diferentes son los resultados finales de las ideas preconcebidas que puedas albergar, entonces te dices a ti mismo: quizá voy por el buen camino, quizá este método me lleve a evaluar correctamente a cada alumno.
La venganza es la justicia del hombre salvaje, la justicia es la venganza del hombre civilizado... Una frase bonita, redonda, pero que encierra horrores como la pena capital y la cadena perpetua...
¿Es la venganza algo que quepa en la civilización?

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