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En el río pasan ahogados todos los espejos del pasado

"Don Giovanni", de Mozart

Una ópera como esta no puede dejar de verse: no sólo porque tiene una música bellísima, un argumento fascinante y unos personajes "demasiado" humanos, sino porque ha dado frutos en todas partes.

La oportunidad la tenemos a primeros de noviembre de 2009, tanto en Pontevedra como en Vigo, por un precio que oscila entre los 20 y los 30 euros. Muy recomendable. Cliquead aquí para conseguir una localidad.

Efectivamente, el Don Giovanni mozartiano es una ópera maravillosa, con tres horas de emocionantes enredos, personajes que sufren, que disfrutan, que viven la vida (y viven también la muerte). Partiendo del mito iniciado por Tirso de Molina en su Burlador de Sevilla, un Don Juan descarado, arrogante, libertino, bravucón, fiero y seductor se pavonea entre las damas que hay en esta obra (la elegante Anna, prometida a Ottavio, hija del Comendattore que morirá a manos del galán y que aceptará su invitación a cenar desde el Más Allá; la vivaracha Zerlina, campesina seducida por el galán mientras celebra su boda con el celoso Massetto; la tenaz y pía Elvira, dama que se había casado con Don Giovanni y que, una vez que él consiguió lo que quería, quedó abandonada, para intentar recuperarlo a lo largo de toda la obra), ayudado por el cada vez más harto Leporello.

Losey hizo una versión en cine (1979), de la que os ofrezco el trailer y la escena del catálogo.

Aquí tenéis la escena del catálogo subtitulada (fijaos en la melodía que acompaña a cada tipo de mujer (la morena, la rubia, la alta, la bajita...).

También os ofrezco la Obertura, maravillosa, con (entre otros) el tema del Comendattore (las llamas del Infierno representadas por las escalas ascendentes y descendentes de los violines).

La escena del Comendattore que acude a la cena para llevarse al truhán es la que corona este artículo. Os animo a que comparéis este don Juan con el del artículo que hice en mi análisis de Rigoletto: ¿en qué se distingue del Duque de Mantua? Las arias "Questa o quella" y "La donna è mobile" reinciden en su consideración de las mujeres: ¿estás de acuerdo con que lo mismo da una que otra? ¿Crees que son volubles por naturaleza? ¿No ves en esta línea depensamiento cierta misoginia?

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