Sarkozy y la expulsión de los gitanos rumanos de Francia...

Me parece humillante escuchar hoy al presidente Zapatero diciendo que las intervenciones que tuvo ayer la comisaria luxemburguesa Viviane Reding estaban totalmente fuera de lugar.

Una cosa es la diplomacia, el mantener las mínimas tensiones posibles con los países vecinos y bla bla bla, pero cuando una mujer como Reding le echa el valor que no reúnen los demás de la Comisión entre todos y le dice las cuatro verdades que el señor Sarkozy merecía escuchar, no sólo no se la apoya sino que le saltan encima.

Haber comparado las expulsiones de gitanos rumanos con las expulsiones de la 2ª Guerra Mundial no me parece en absoluto descabellado.

Vale, no es lo mismo enviarlos en los trenes de la muerte o a las cámaras de gas que en avión, pero el poso de la taza sigue siendo el mismo: "volveros a vuestro país, aquí causáis problemas".

Es bochornoso que esa misteriosa circular de la que la razonablemente enfurecida comisaria no sabía nada especificase que tenían prioridad a la hora de ser expulsados los gitanos rumanos.

¿No es eso racismo? ¿No merece la Francia que ahora aplaude esas repatriaciones una sanción con todas las letras?

Yo puedo entender que cuando unas personas entran en un país a buscar trabajo reciben un visado que les da un plazo en el que deben encontrar trabajo.

Yo entiendo que en tiempos de crisis la cosa se complica sobremanera, y que aquellos individuos que roben, maten, causen disturbios o se dediquen a la delincuencia deben ser repatriados.

Pero una cosa es expulsar puntualmente a varios inmigrantes por ser delincuentes y otra muy distinta el hacerlo de forma masiva y partiendo de un criterio eminentemente étnico.

No me choca nada que Berlusconi apoyara a Sarkozy cuando respondió, con todo el cinismo típico de la extrema derecha, que "si quieren, pueden acoger en Luxemburgo a los gitanos".

Es para coger una palangana y no parar de vomitar. Qué asco dan algunos políticos.