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En el río pasan ahogados todos los espejos del pasado

Nuevo relatillo: SIN TÍTULO

Nuevo relatillo: SIN TÍTULO

“Érase una vez una niña que se llevaba muy bien con todo el mundo. Era parlanchina y cariñosa, nunca ocasionaba problemas a los demás y le encantaba juguetear con sus amigas en el cole.

Después descubrió el instituto, un lugar en el que la moda era la reina y el hacer los deberes o salir voluntario en clase estaba mal visto por muchos compañeros. Por ello, dejó de ser una alumna aplicada. Además, para llamar la atención del chico que le gustaba, debía estar guapa, muy guapa.

Pero para lograr estar más guapa tenía un impedimento, un problema muy gordo: comía demasiado. Tanto era así que no paraba de engordar y engordar y engordar.

Para colmo de males, su familia la animaba a seguir comiendo, como si les diera exactamente igual lo que le pudiera pasar a la pobre: que si desayuna un zumito de naranja con leche y cereales, que si cómete esta manzana, que si termínate estos espaguetis con tomate, que si meriéndate este bocadillo de jamón york (¡qué soso! ¡sin la gracia del chorizo o el gusto salado del jamón serrano!), que si cena esta tortilla francesa y este tazón de leche… Agotador, la estaban cebando.

..."

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