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En el río pasan ahogados todos los espejos del pasado

"Crimen y castigo" o "Cuatro años de soledad"

"Crimen y castigo" o "Cuatro años de soledad"

Se inicia hoy una nueva época en nuestra "democracia".

Del mismo modo que en la Alemania de entreguerras, el pueblo ha hablado, y lo ha hecho con dureza y determinación.

Hemos permitido que el partido que siempre se ha opuesto a los pocos logros del PSOE en lo que a derechos sociales se refiere (divorcio, aborto, matirmonio homosexual, por ejemplo) suba al poder, y pueda decidir a sus anchas qué hacer con todo lo conseguido hasta la fecha.

Asistiremos al desmantelamiento de la Educación y de la Sanidad públicas, veremos cómo los escandalosos trapicheos que se hacían en la Xunta de Galicia y en Madrid con los centros privados concertados serán ahora generalizados.

Veremos cómo la gente con un año de paro pierde el derecho a la Seguridad social y tiene que pagarse las consultas médicas y los medicamentos.

Tendremos que asumir que no hay tantos millonarios en este país, y que no hay tantos empresarios, y llegaremos a la bochornosa evidencia de que en este país las clases más desfavorecidas, la gente que realmente sabe lo que cuesta ganarse el pan de cada día, los trabajadores, los agricultores, muchos de los parados que día a día ven cómo sus ilusiones se amontonan en las colas del INEM, todos ellos han apostado a la misma baza que sus jefes, ex-jefes, la patronal...

¿Qué sentido tiene todo esto?

¿Castigamos al PSOE a cualquier precio?

Yo soy el primero que critico las medidas de los últimos años de gobierno de Zapatero, reconozco que las cosas se pusieron muy difíciles y que un partido (teóricamente) de izquierda-centro tuvo que asumir medidas propias de la derecha. Cuando nos rebajaron el sueldo a los funcionarios a mí la medida me supuso un esfuerzo, al igual que a todos mis compañeros, pero NO secundé la huelga de funcionarios porque creo que era una posible solución al problema. Pero tras esa medida no vinieron otras que sí tendrían que haberse tomado.

Pero hay más fuerzas políticas que el PSOE y el PP. Un sistema bipartidista no garantiza ningún equilibrio, sino la ilusión de una alternancia en el poder que nos hace pensar que castigando al anterior solucionamos el problema.

Hay otras opciones. No hemos sabido aprovechar la oportunidad que otros muchos no tuvieron en su momento.

No comprendo cómo hemos dejado que esto sucediera, que el PP pueda gobernar apoyado por un pueblo que mañana estará manifestándose por cada nuevo recorte que nos hagan.

España no es tanto el país del Quijote como el del Lazarillo.

No creemos en ideales ni utopías, no aspiramos a mejorar o construir una sociedad más justa y ecuánime.

Nos conformamos con la ley del Talión, el ojo por ojo, y eso no nos conduce a la justicia sino a la venganza.

No es bueno que un solo partido tenga tanto poder.

Se presta a los excesos que Aznar pudo realizar en su (permitidme la palabra) "reinado".

Id preparando los crucifijos, las fotos del rey y otras lindezas para adornar convenientemente nuestras aulas.

Id olvidándoos de la normalización lingüística, de la igualdad de la mujer, del aborto (eso sí, los mismos que lo echarán abajo seguirán llevando a sus hijas a abortar a clínicas privadas en el extranjero), de las bodas homosexuales, etc.

Castigamos. Lo hacemos a cualquier precio. Necesitamos tanto escuchar el golpe de la regla aleccionadora en las yemas del malhechor que no nos importa si la sangre nos salpica, o si lo que hacemos nos lleva a un lugar aún peor.

La estrategia les ha salido bien. Hasta se trajeron al Papa para santificar su cambio.

Ahora sólo nos toca esperar.

Esperar y tratar de esquivar las balas.

Porque va a haber más de un fusilamiento.

Y si no me creéis, al tiempo.

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