Lisbeth Salander, el cuervo negro de "Millenium"
El autor de la fantástica trilogía Millenium, bastante mal adaptada al cine en mi opinión (al menos la primera entrega: Los hombres que no amaban a las mujeres), no pudo ver su legado, pero el personaje que tan tímidamente va asomando la cabecita en el primer volumen hasta ocupar un primer plano muy merecido, Lisbeth Salander, me parece un ser especial, único, con un sentido de la justicia que no se amolda a los cánones establecidos, y que sabe sobreponerse una y otra vez a las adversidades de su día a día.
Es como un heraldo de la desdicha, incapaz de entregarse a una sociedad que no comprende porque está muy por debajo de sus espectativas. De difícil trato, tiene un corazón no de acero inoxidable, sino de diamante: el más duro de todos, pero no por ello menos frágil.
Os ofrezco tres escenas magníficas que la definen: están relacionadas con el abodago Bjurman (cuidado con el nivel de violencia de estos pasajes; si vais a leer la novela o la película cliqueéis en estos enlaces: escena 1, escena 2, escena 3).
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